Hay un tiempo para cada cosa y cada cosa debería estar en su lugar.Razonamiento lógico de un adulto mayor, pero impensado para la camada joven
que supone que los tiempos son únicamente los que ella dispone, y las cosas se deben acomodar solas.
La juventud, aún la más bien intencionada, arremete primero, realiza antes y luego piensa.Pero su pensamiento es propio de su propia experiencia o inexperiencia de vida, cuanto más joven, menos trayecto recorrido, menos hechos y circunstancias atravesadas, menos errores y menos aciertos.
El pensamiento se irá modificando a medida que queme etapas y de cómo las pasó a cada una de ellas.Su razonamiento crecerá a medida que se vaya nutriendo de cosas nuevas, evaluando los hechos y las decisiones tomadas durante su corta o mediana vida.
A medida que pasa el tiempo se irán dando cuenta de la existencia de un orden universal, natural que rige de una manera nuestro mundo.