FELIZ AÑO NUEVO

Amaneció nublado, gris, algo fresco.
No se porque pero no estoy contento.
No me siento con ganas de hacer nada.
¿Depresión, hastío, aburrimiento,? No sé.

Se ha puesto como para llover y esto no ayuda a levantarme el ánimo.
Salgo a hacer algunas compras mecánicamente.
Veo pasar gente y nada me llama la atención.
¿Qué me esta pasando?
Debo salir de esto rápidamente.
Debo pensar en positivo, en algo agradable.

Vamos! Hay que ir a festejar el fin de año y comienzo del nuevo.
Despedir el 2008 que en lo personal a sido bueno.
Desear que el 2009 sea mejor para todos los que han sufrido en este año.
Ver como crece la pancita de mi hija política y la alegría de mi hijo.
Disfrutar en armonía de una buena cena en familia.

Ya me están entrando ganas de gozar del encuentro.
Tal vez me acueste un rato para estar descansado esta noche.
Antes debo dejarles mi saludo nacido del corazón.

Que no importa donde estén, ni con quien, ni con qué, les deseo felicidad esta noche y un venturoso año nuevo para todos.

El piano

Es parte del pasado y es presente.
Está mudo, silencioso.
Ya nadie nada toca en él.
Está bien conservado, brillante.
Como esperándola.

-Si hablaras:¿Que me contarías?

Quizás de la gran tormenta en la casa vieja.
Aquella noche del asalto, cuando enmudeció el winco.
El pueblo estaba inundado, sin luz y el viento golpeaba los ventanales.
Todos atrapados en casa, sin poder salir.
Fuimos en busca de velas y continuamos la fiesta.
Ahí brillaste vos.
El gran instrumento salvador de la noche.
El Pancho- gran pianista- te ejecutó hasta el alba.
Continuamos bailando hasta que aclaró y hubo bajado el agua.
Después todos se fueron y nos quedamos solos..

Antes ó después, y siempre me hablarías de Ella.
Me dirías, que como yo, las extrañas horrores.
Añoras su ángel, su ternura.
Extrañas sus manos cuando te acariciaba interpretando el "Once".
Y esa melodía invadía el espacio, enmarcando mis silencios.
Que lindo era todo eso!

Sigues callado y te comprendo.
Mamá no está, solo quedamos vos y yo.

El espíritu de Navidad

Pienso en navidades pasadas y me pregunto: ¿que nos pasó?
Recuerdo que días previos al 25 se respiraba otro aire, se sentía algo especial.
Una alegría, un estado de gozo, algo muy placentero.
Había euforia en las calles.
Era común saludarnos y desearnos felicidad, aún con desconocidos.
Cierta efervescencia calaba en la mayoría de las personas.
Había problemas pero se disimulaban, no se mostraban esos días.
Ha pasado mucha agua bajo el puente..

Hoy la gente esta triste.
Deambula por la ciudad con el rostro serio y los ojos sin brillo.
Es cierto, soportamos cosas terribles: dictaduras, una guerra, despojos financieros y todo tipo de promesas incumplidas.
Quizás el pueblo cándido, bueno, noble , manso se cansó y dejó de creer.

El mercantilismo y la globalización han hecho su parte.
La apertura violenta y sin anestesia a las libertades, mucho tiempo negadas, han creado en algunos una desafortunada confusión.
La familia como núcleo contenedor tradicional está en vías de extinción. ¿Para bien, para mal?
La rapidez de los cambios marea a una gran parte de la población que ve al esfuerzo en el estudio y en el trabajo como obstáculos para un "exitoso" desarrollo personal.
Para ellos el futuro es hoy.

La inseguridad, flagelo que aparece en escena, acompañada por la droga que vino para quedarse y destruir todo.
Robos, secuestros y violaciones, hechos horribles en muchos casos seguidos de muerte.
Muertes sin sentido aquí y allá.

Pero también aparece la solidaridad .
Gente que se une formando organizaciones no gubernamentales.
Sin afán de lucro, trabajan en restaurar los lazos perdidos en medio de tanta debacle.
Los damnificados por los tantos hechos dolorosos se unen y luchan juntos por una devaluada justicia.
Voluntarios ponen a favor de esas causas todos sus esfuerzos.

Están los de siempre, los que nunca se fueron, los maestros que enseñan con el corazón, los médicos que curan sin importarles si tienes ó no cobertura médica.
Los investigadores, científicos silenciosos que luchan por descubrir la cura a todos los males que aquejan a la humanidad.
Y muchos hombres y mujeres de buena voluntad que no son relevados por ninguna estadística.

¿Como lograr que vuelva a escena el espíritu de la navidad?

Hay que aplicar el freno, pisar la pelota, stop, pausa.
Ver que en lugar de festejar, regalar y recibir regalos, la navidad es en esencia conmemorar el nacimiento del Niño.
Del Niño con destino de Dios.
Aprovechemos para celebrar el nacimiento de nuestra fe, nuestra esperanza y nuestros sueños de un mundo mejor.

Volvamos a la alegría, al apretón de manos y besos generosos.
Miremos a los ojos y compartamos aunque sea solo un momento de felicidad.

Y tú:
No pierdas la oportunidad de encontrarte con tus afectos.
Si estás distanciado de algún amigo: contáctalo.
Si te han dañado: perdona.
Si has cometido errores: discúlpate.
Si estás solo: busca compañía.
Si tu familia esta dispersa: únela.
Lo disfrutaras.

DOCE PALABRAS

Cursaba el primer año en el Comercial de San Lorenzo.
En Contabilidad me tocó el Profesor Louau, que era de la Ciudad de Rosario.
Un profesional joven, cabello muy corto y usaba anteojos.
De carácter muy firme, imponía respeto a todo el aula.

Tenía un método de enseñanza muy práctico y que hacia de fácil comprensión cualquier tema.
Un ser muy estricto, que adolecía de una "particularidad": mandaba a rendir a casi el 80% del curso.
Recuerdo que a mí me mandó a diciembre.
Me sabía casi de memoria el Código de Comercio y toda la teoría, además no tenía ningún problema con la práctica.
Tal es así que me presenté a rendir sin siquiera haber repasado la materia y la aprobé cómodamente.

Tenía una claridad meridiana para enseñar, lo que hacía muy fácil el aprendizaje.
Como se adelantaba en el programa muchas veces la pasábamos repasando lecciones ya dadas.
Se sentaba en su escritorio frente a la clase, nos decía repasen y se ponía a leer el diario.
No permitía que habláramos y estaba atento para recordárnoslo.
En el aula se podía oír el volar de una mosca.

Un día nos enseñó las doce palabras que serían la llave de la "sabiduría" de la teneduría de libros.
Esas palabras no eran mágicas pero nos servirían para contabilizar cualquier operación que se nos presentara.
Es decir que sería un arma para confeccionar los asientos contables.
Algo muy complicado hecho muy simple.
La lista consta de dos columnas de seis palabras cada una.

En la columna izquierda: DEBE, Deudor, Debitar, Entra, Recibe, Pérdida.
En la columna derecha: HABER, Acreedor, Acreditar, Sale, Da, Ganancia.

Es decir que cuando analizamos y decimos ¿Quien recibe? la cuenta que responde a la misma se debita.
Y por el contrario si responde a ¿Quién da? dicha cuenta se acredita.
Del listado se desprende una obviedad: las pérdidas se debitan y las ganancias se acreditan.

Este profesor me enseñó la utilidad de ser práctico.
Con el paso del tiempo estas doce palabras me acompañaron primero en la facultad (me allanaron todas las dificultades de los ejercicios prácticos de la carrera) y después en el trabajo y en mi relación laboral con mis subalternos a los que les enseñé a usarlas.
Hoy ha pasado mucha agua bajo el puente y recuerdo con cariño a aquel profesor que me enseñó a pensar de una forma más simple y provechosa.

TOME ASIENTO SEÑOR.

Era el mediodía del sábado y yo esperaba en la estación del subterráneo.
No había mucha gente en el andén.
Al minuto llega el tren y subo cómodamente.
El vagón venía con bastante pasajeros, muchos de ellos parados.
Me ubiqué casi en la mitad, cerca de una ventana abierta.
De pronto una joven se levanta y me dice:
-Tome asiento señor.
Esta actitud, me sorprendió y de hecho me paralizó.
Sólo atiné a decir los siguiente:
-¿Desciende, usted?
Hice un intento de rechazar la oferta, pero ella insistió y me senté.

Para que se entienda los que pasó debo aclarar lo siguiente:

I-La persona que generosamente se levantó no era una nena sino una mujer.
De una niña se puede aceptar porque desde su óptica todos son personas mayores y ofrecer el asiento es de buena educación.

II-He viajado muchísimo en subte y en contadas veces he visto a alguien ceder el asiento.
En esos casos fueron a damas embarazadas ó muy ancianas.
Era común ver a los pasajeros -jóvenes en su mayoría- haciéndose los dormidos para no involucrarse.

Me sorprendió que me dieran el asiento, pero lo que me paralizó fue: ¿porqué a mí?
A pesar mis años, me siento bien, ágil, no estoy encorvado, mi andar es rápido y seguro.
Mi vestimenta era común: jeans, remera afuera del pantalón y zapatillas tipo tenis.
La persona era una mujer adulta, por lo que colijo que ella vio en mí a un "anciano" y tuvo piedad.

Extraños pensamientos ocuparon mi mente hasta llegar a casa.
Lo primero que hice fue mirarme al espejo.
Traté de hacerlo con objetividad, mirándome como si no fuera yo.
Descubrí a un señor canoso, de rostro surcado por arrugas y una flácida papada colgando desde su barbilla.
Me cuenta asumir que estoy frente a una persona muy mayor.
¿No estaré en el cuerpo equivocado?

Hasta ese momento no había reparado en mis facciones.
Quizás por verme todos los días no reparé lo que el paso del tiempo me dejó.
O tal vez nunca me fijé ni le dí importancia a mi apariencia.
Porque de éso se trata, de apariencia.
De lo que se ve y no de lo que se es.
Por apariencia yo tengo 20 años más de mi edad cronológica.
Por lo que siento que soy tengo 20 años menos.
¿Cuál es la edad verdadera?
¿La cronológica, la aparente ó la que yo siento que tengo?
Quisiera que alguien me lo explique.
No quiero, ni debo, caer en la tentación de creer que la que vale es la aparente.
De lo contrario debería hacer lo que siempre he mirado con desdén.
Tendría que hacerme un lifting, teñir mi pelo y trabajar mi cuerpo para que sea mas armonioso.
No va conmigo esta transformación.

Pasaron los días, de este tema me olvidé y continué con mi vida tratando de gozar de ella.
Suena el teléfono y atiendo:
-Hola , te puedo pedir algo?
-Lo que quieras, estoy a tu disposición.
-Necesito que vayas a retirar mi título y las entradas para el acto de graduación. ¿Podes?
-Si, no te preocupes.
Era mi hijo.
El título a que se refería era el de Analista de Sistemas, que había logrado con mucho estudio y esfuerzo.
Nunca trabajar y estudiar fue fácil.
Por eso me siento doblemente orgulloso de él.

A las 17 hs. empezaban a entregar las entradas y a esa hora estaba allí.
Al llegar encontré a una joven esperando sentada frente a la oficina .
Me senté a su lado como haciendo una fila para mantener el turno.
En un momento dado me comentó que las entradas eran para ella y que se había graduado a principios de año.
Seguidamente me miró tiernamente y me dijo:
-¿Usted viene por las de su nieto?
Por las de mi hijo, le contesté.
Que simpática, pensé.
Otra vez sopa. No tuve más que sonreír.
Luego nos llevaron a una mesa en el salón de entrada donde nos atendió una empleada.
Estaba sentada detrás de una mesa y había otra butaca libre a su lado.
Nosotros esperamos de pie a ser atendidos.
Me tocó el turno, la empleada me sonrió y me pidió que me sentara a su lado.
Se repite la historia y yo soportando.
Después de recibir la entradas me dirijo al sector de secretaría donde retiro el preciado título.
Al salir del edificio ya me había olvidado de lo ocurrido.

Una vez en la calle camino hasta la parada del colectivo que me llevará de regreso y espero su arribo.
Por suerte no tengo que esperar mucho, soy el segundo en ascender y me toca ir parado.
Me acomodo en el lugar asignado para las sillas de los discapacitados.
Junto a mí esta una chica con un cochecito de bebe.
Voy distraido mirando por la ventanilla cuando de pronto siento que la chica me llama.
La miro y veo que me señala el asiento del frente que se acaba de desocupar.
-Gracias, querida.
Y me corro para sentarme en el primer asiento.
Esa fue la frutillita de la torta.


EPILOGO

Lo que me acababa de suceder no era casualidad, las tres me habían golpeado en lo más íntimo de mi ser y yo estaba tranquilo y hasta diría que contento.
Contento porque entendía que no me afectaba como en un principio.
Quizás lo estaba superando sin negar lo evidente.
Yo soy como soy, pero para el mundo soy otro, al que hay que proteger.
Me gustó eso, me tienen que proteger.
Toda esta circunstancia también puso en evidencia la sensibilidad de las mujeres.
Sobre todo las que interactuaron conmigo en esta oportunidad.
Y otro dato extra: es posible que tenga asignado cualquier asiento ocupado por una mujer.
No me puedo quejar.

Atrévete a soñar

Estás en un vendaval de emociones.
Cambiando segundo a segundo.
Algo hermoso se está gestando en ti.

Frágil, invadida por angustias y miedos.
Antojos, cansancio y reiterados pensamientos.
Los fantasmas no se han ido.
Ahuyéntalos!
Sé que no es fácil, pero debes intentarlo.

Atrévete a soñar.
Disfruta de cada instante.
Súbete al pedestal de la ilusión.
Vuela lo más alto que puedas.
Da rienda suelta a la alegría .
Este es el desafío.

No estás sola, tú lo sabes.
Que no te sean eternas las cinco lunas que faltan.
Tú puedes.
Piensa en él y confía.
El futuro está cerca.

Admiro tu valentía.
Me sorprende tu fuerza interior.
Valoro tu entereza.
Recuerda : a pesar de todo
el final será feliz.








Socorro, se corto la luz

Es un raro día de primavera, el sol azota con fuerza a mi ventana, afuera la térmica llega a 35 grados, el aire está insoportable.
Gracias a mi esposa que mantiene cerradas las aberturas, las cortinas bajas y la ayuda del aire acondicionado el departamento tiene un clima agradable.

Son alrededor de las 13,30 plena siesta- para algunos-.
Estoy cómodamente sentado frente a la computadora, buscando alguna información en internet, cuando de pronto: zas!, se apagó el monitor y siento que se queda mudo equipo.

Los primeros segundos son como de sorpresa y algo de angustia.
Después reacciono y voy hacia el tablero de las llaves de luz que está atrás de la puerta de la cocina.
Verifico las llaves térmicas y éstas están normal lo que me indica que la falta de luz es que no llega la energía al departamento.
A partir de ahí pongo en práctica del manual de supervivencia del argentino ante los cortes de luz.
Desenchufo el aire acondicionado, televisor, la caldera del agua caliente y la heladera.
No será la primera vez que cuando repongan el suministro en vez de 220 te envíen 400 y se quemen todos los artefactos enchufados.

-Paranoia, no. Simple sentido común.
Sí ,ya se que cuando sucede la catástrofe, nosotros los usuarios tenemos el derecho de la reparación de los daños.
Pero sabes por todo lo que hay que pasar para poder llegar a que te consideren el reclamo.
Pérdida de tiempo, bronca por las veces que no te atienden los llamados telefónicos o en los casos que sí lo hacen no te dan respuesta.
A la pérdida de tiempo y la bronca acumulada suma los gastos que te origina dicha tramitación: llamadas telefónicas, viajes, fotos y certificaciones legalizadas de los daños materiales sufridos.
Si tienes suerte y llegas a cobrar ¿qué te resarcen?.
Es muy poco probable que con la suma recibidas puedas reponer en su totalidad los elementos siniestrados. Quizás puedas comprarte nuevos electrodomésticos pero con seguridad que no de la misma calidad de los que perdiste.
¿Y el daño moral?
¿Sabes todo lo que representan esas cosas inanimadas que pueden perderse en el siniestro?
Cada uno de esos elementos nos recuerdan el sacrificio que nos demandó poder comprarlo, en algunos casos ahorrando pesos tras pesos , en otros con la ayuda de un crédito a largo plazo, pero en todos con el mismo cariño .
Pienzo que aún sin saberlo nos únen lazos afectivos con esas cosas.
Luego de verificar haber desenchufados todos los artefactos empezó la etapa de la duda:¿ durará mucho el corte, serán sólo unos minutos?
La primera hora la pasé aparentando indiferencia.
Al entrar en la segunda hora mi estado de ánimo fue cambiando y la anciedad se apoderó de mí.
Llamé a la empresa proveedora del servicio y me contestaron amablemente que sabían del problema y que estaban trabajando para solucionarlo.
También me dieron la hora de la reposición del servico: las 18hs.
Faltaban algo así como 2horas y media.
Qué hacer mientras tanto?
Por suerte era de día y la luz del sol ayudaba a mantener los nervios calmados.

Me dí cuenta de que no valoramos -por considerar algo normal-tener luz eléctrica.
Que vamos a apreciarla si la tenemos con solo apretar una tecla.
Si siempre la tuvimos y siempre esta ahí.
Sí mecánicamente apretamos la perilla, o pulsamos el control remoto y encendemos el televisor.
Sí podemos usar la computadora y gracias a una conexión a internet tenemos el mundo al alcance de nuestras manos.
Qué facil es todo,¿ no?

Pero cuando se corta la luz todo ese mundo mágico desaparece y quedamos indefensos.
Me puse a leer un libro y trate de serenarme.
Al fin de cuentas era sólo un corte de luz.
-¿Cuando volvió la luz?
Cuando estábamos al borde de la desesperación a las 19,40hs.

Hobby

Toda mi vida he seguido algún hobby pero me faltó constancia para continuar por mucho tiempo en su práctica.

En mi niñez empecé con la colección de figuritas , recuerdo las marca "cola" que eran redondas y debía completarse el correspondiente álbum. Había de equipos de fútbol, también de automovilismo.
Nunca completé ninguno

Coleccionaba revistas de historietas y siempre dejé.

Más tarde estaba de moda coleccionar los boletos capicúa.
Te acordás , los capicúa porque su numeración podía leerse igual de derecha a izquierda y de izquierda a derecha.
No me duró mucho el entusiasmo.

En mi adolescencia me interesé por la filatelia. Empecé a coleccionar todos los sellos postales que podía.
En un principio eran sellos usados y provenía de franqueo de cartas de amigos y parientes a los que tenía acceso.
Luego en menor medida atesoré sellos nuevos, engomados y sin uso.

Esta afición me copó por varios años, llegue a tener libros y manuales.
Pero el campo de la filatelia es muy amplio y como no tenía ningún plan organizado fui teniendo estampillas de todo el mundo y no pude con eso.
Lo fui dejando poco a poco .

Después quise retomar haciendo partícipe a mi hijo pero no duró mucho.
Así que hoy en algún lugar del placar estarán durmiendo un sueño eterno esos sellos guardados en forma heterogénea.

La afición que más me dura es la de la fotografía.
Empecé de muy joven con una camarita de 35mm. óptica fija.
Al poco tiempo improvisé un laboratorio y revelé mi primer rollo.

Hoy revivo la emoción que experimenté cuando en el "cuarto oscuro" divisé como iba apareciendo la imagen fotográfica.

Puedo rememorar ese instante: mis ojos abiertos asombrados, las manos temblorosas y el corazón latiendo a todo ritmo.
Estaba ahí y era algo creado por mí.
Me sentí invadido por una gran alegría, una tremenda emoción que llenaba todo el espacio.

Luego siguieron otros rollos y muchos más.
La fotografía era al principio un juego, pero se fue convirtiendo en una manera de ver las cosas.
Nunca me dediqué a la fotografía profesional.
Siempre fui un aficionado, que soñaba en ser un artista de la imagen.
Y.. los sueños , sueños son.

Así fui discontinuando la práctica (primero fue el laboratorio) hasta abandonarla por completo.

Años más tarde por esas cosas de la vida aparece un nuevo elemento y es la cámara digital.
Esto merece un capítulo aparte, pero déjeme decir sólo esto: a mí me rescató de la nostalgia y me hizo volver a ese amor olvidado.

Hoy me he dado cuenta que ese es el secreto: el amor.

A los anteriores yo llegué por curiosidad y no les tomé cariño.
No fue constancia lo que me faltó,- como en todos los órdenes de la vida- me faltó el motor que alimentara mis sueños.
Motor que encontré en la fotografía y no me había dado cuenta hasta ahora.
Al principio fue apasionado y ahora es el remanso de mis días.

Jubilado Argentino

Desde siempre vilipendiado, humillado, vejado, extorsionado, robado, insultado, discriminado, abusado, ignorado y abandonado el jubilado resiste a pesar de todo y de todos.

Ese jubilado (hombre o mujer) que aportó al país su esfuerzo y dedicación para sí y los demás, hoy en vez de poder gozar de una vida plena con tiempo para , en su caso, disfrutar junto a sus nietos llevándolos a los juegos de la plaza del barrio ó tal vez al cine ve azorado como nada es posible.

En el mejor de los casos es asistido por sus hijos que le ayudan a cubrir sus necesidades básicas.
En otros casos son abandonados a su mala suerte y ven como la vida se les escapa y sufren en soledad las carencias a la que los expuso el sistema.

Después de haber trabajado y aportado al sistema de previsión social entre 30 años y hasta 40 años, solo han obtenido en su mayoría la jubilación mínima hoy aproximadamente de $ 700. -(U$S 216.-)

La obra social es un paliativo a las necesidades de atención a la salud y esparcimiento a que tiene derecho todo ser humano.

No sólo el Estado es el culpable sino también la sociedad toda que a simple vista parece que se desentienden del tema hasta llegar a ignorarlo.
El Estado es el gran responsable ya que posibilitó que la mayoría de los distintos gobiernos saquearan los fondos acumulados de sus aportes, y no cumplieran con el mandato de la Constitución Nacional(ART.14BIS) que expresa que las jubilaciones y pensiones serán móviles.

El jubilado argentino sufre la incomprensión de la sociedad, el abuso de la delincuencia que se ensaña con ellos quitándoles no sólo sus bienes sino en muchos casos la vida.

Hace pocas horas el gobierno anunció la caducidad del sistema privado de jubilaciones y la creación de un nuevo sistema estatal para salvaguardar los intereses de los jubilados y los trabajadores aportantes al sistema privado de las AFJP.

Esta es una gran oportunidad para el gran debate nacional en el Congreso de crear un sistema jubilatorio que repare las injusticias cometidas y ponga al jubilado en el lugar que le corresponde y que se ha ganado por su labor desarrollada en toda su vida.

Será importante que que no se pierda esta oportunidad y el Gobierno promueva y aliente la discusión de este nuevo sistema y avente los temores sobre el manejo de los fondos de la Seguridad Social creando un mecanismo transparente de control que apunte a resguardarlos a la única finalidad que fueron creados: BENEFICIAR A LOS JUBILADOS.


A los representantes del pueblo les decimos: no desaprovechen esta oportunidad para legislar debidamente , no acaten de órdenes partidarias y obren a vuestro real saber y entender en esta oportunidad. Esto va para el oficialismo y para la oposición.
Deben legislar para el presente y la posteridad.

Que los defensores de los derechos humanos presionen para una restitución histórica de los pisoteados derechos de los jubilados. Los jubilados son humanos ó no?

Que Dios ilumine las mentes y los corazones.
Será Justicia.

Remembranza

Hoy es domingo. son casi las 11 y sigue lloviendo.
El cielo esta gris y oscuro. La lluvia golpea la ventana del bar y yo sólo observo lo que ocurre en la calle.
Pasa muy poca gente y al parecer todos preocupados.

La vecina de enfrente de mi edificio- una señora mayor que vive sola- con su bastón llevando a pasear a su perrito. Ni el mal tiempo la para. Camina lento como si el perrito la llevara a ella , se detiene y sigue .
Pasa y se pierde de mi vista.

En el bar no hay mas personas que yo y el mozo-encargado- del bar.
Para pasar el rato pido un café y me ubico en la mesa cerca de la ventana.
Mientras rompo el sobre del edulcorante pienso en otros tiempos y me vienen a la memoria como en un sueño los encuentros domingueros en el club de mi pueblo.
Todos los domingos a esta hora me encontraba con Alberto amigo compañero y mi pareja de truco (juego de naipes ,diversión pura) para ir al club Aurora Argentina.
Allí nos esperaban siempre Kiribito y el gordo Kerala.Tenían la una idea fija: poder ganarnos una vez , ya que siempre perdían.

El truco es un juego divertido y por lo general se usan relaciones para matizar las jugadas y para
cantar una Flor, un envido ó un truco.
A pasado mucho tiempo ya casi no me acuerdo como eran.

"Cuando mi tío Julián murió ,toda la gente decía , pobre tío Julián que FLOR de b... tenía"

El truco que nosotros jugábamos no era el criollo (argentino) sino otro traído de la
España de Don Benjamín,un gallego muy pintoresco que lo jugaba muy bien.
Se diferenciaba del truco tradicional por tener dos comodines: el (11) caballo de bastos y (10) la sota de oro.
Para el envido el caballo-la carta mayor-valía 28 y la sota de oro: 27
Si ligabas las dos cartas juntas te servía para ganar el envido(real envido y falta envido) como para canta flor y ganar cualquier contra flor que se presentara.
El partido era a dos chicos de 30 puntos cada y en caso de empate se jugaba el "bueno" que definía al ganador.
Jugábamos por el vermut, es decir los que pierden pagaban la consumición que hiciéramos durante el jugo.
Yo solía pedir un quinato-aperitivo de sabor amargo-, Alberto bebía a veces gancia con fenet.
Recuerdo que durante eses año no perdimos nunca y por lo tanto la bronca de nuestros "rivales" iba en aumento, hacían cola para desafiarnos porque querían ser los primeros que le ganaran a la dupla "Alberto_ Hermes".
Algo así como en el lejano oeste de las películas de cowboys que pasaban en el cine. Todos querían vence al pistolero de más fama.

De nosotros dos el que "ligaba" más era Alberto. Decían de él que tenía más cola que cabeza.
Siempre que se daba, ante en reviro o un retruco, lo consultaba y por lo general me decía : "querele".
Era infalible siempre ganaba.
A mí por la calle me decían "querele" lo que me causaba mucha gracia.
Después del juego y de las correspondientes cargadas a los rivales de turno, enfilábamos para el barrio y cada uno a su cada a comer los ravioles de los domingos.
Esos ravioles caseros con estofado de gallina y queso rallado. Un manjar.
Qué tiempos aquellos.
Qué será de la vida de Kiribito y de Kerala y la de otros amigos que ya ni recuerdo.
Con Alberto estoy más comunicado, el me saluda para mi cumpleaños y yo lo llamo en el suyo.
También para las fiestas y el día del amigo.
Yo abandoné el pueblo primero y más tarde él se se casó y se fue a vivir al norte de la provincia de Santa Fe.
Uno al norte y el otro al Sur. Así ampliamos las distancias.
Cómo pasa el tiempo!

Siempre que llovió paró y hoy no es la excepción. El cielo se fue aclarando de a poco , las nubes se abrieron lentamente como pidiendo permiso y un tímido sol se fue adueñando de la mañana.
Es hora de ir para casa , pago la consumición, me despido del mozo y rumbeo para el departamento.
Me voy con la sensación extraña de irme acompañado de una soledad que duele.

Desconcierto

Hoy está lloviendo, esto me deprime y como si fuera poco tengo que salir.
No me abrigo demasiado porque estamos en primavera y por lo general me guío por la estación del año en que vivo.

Al bajar por el ascensor me encuentro con Ismael- el encargado del edificio- sonriente como siempre bajos esos anteojos oscuros vaya uno a saber por que.

Apenas lo saludo y trato de evadirlo, Son sólo las 9 de la mañana.
-Buenos días, Sr.Hermes.

No tengo más que detenerme y responderle el saludo.
-Vio que lío. Se caen los mercados de todo el mundo, no?
y antes que pueda abrir la boca, siguió:

-A Ud. que le parece que va a pasar, se viene el corralito otra vez?

Sin darme cuenta estaba enfrascado en una conversación con Ismael sobre el futuro de la economía, no sólo local sino a nivel mundial.

-Mire Don Ismael, no debe apresurase a sacar conclusiones apresuradas. Yo creo que el corralito si bien todo es posible, esta muy lejos para nosotros.

Lo que está pasando se originó en EE.UU. y se expande al resto del mundo.
El país tiene reservas-por ahora- como para afrontar el coletazo de este sunami financiero.

-Porque entonces está subiendo el dólar ? Porque la gente está cambiando sus pesos por dólar?
-No olvidemos que tenemos fresco la ocurrido en el 2001 y la gente está desorientada y por la dudas..

- Y qué hay que hacer para no perder? me dijo con una cara que expresaba una mezcla de temor y de incredulidad.

-Respirar hondo, Ismael, respirar hondo.
Fue todo lo que atiné a decirle.

Lo saludé y salí del edificio con nuevas dudas a enfrentarme a la lluvia._

La Verdadera Felicidad

 Buenos Aires, Argentina, 20 de junio de 2021.  Hoy aquí se yuxtaponen dos fechas: La primera es el Día de La Bandera, Nuestra Bandera, esa ...