Lo que mas me repuna e indina es que en este solene ato no se halla tocado el hino.
Emulando esta parodia debo decir que:
Lo que más me repugna e indigna que se esté tomando el pelo a los jubilados (y por extensión a los futuros) cuando desde el gobierno se falta a la verdad desvergonzadamente al afirmar que hacen lo mejor para ellos.
Se miente cuando se dice de su sensibilidad y que por propia iniciativa envió al congreso para su tratamiento la ley de movilidad, pensando en los jubilados.
Se miente al afirmar que las movilidad es un logro del gobierno.
Se miente al afirmar que el 11,69% mejora el haber jubilatorio dado que este aumento no alcanza para cubrir el deterioro producido por la inflación del período Marzo 2007 -Marzo 2009.
Se miente en los índices por parte del INDEC.
La verdadera razón de esta ley de movilidad(?) es salir de la situación aparentando dar cumplimiento a los mandatos Constitucionales.
La Corte Suprema en fallo Badaro aclara que:
La Constitución Nacional ha reconocido el derecho a la movilidad no como un enunciado vacío que el legislador puede llenar de cualquier modo, sino que debe obrar con el objeto de darle toda su plenitud, que no es otra que la de asegurar a los beneficiarios el mantenimiento de un nivel de vida acorde con la posición que tuvieron durante sus años de trabajo (Fallos: 279:389; 280:424; 292:447; 293:235; 300:84, 571; 305:866; 328:1602).
Se inventó para determinar el monto de la movilidad una fórmula rebuscada y difícil de entender.
La movilidad debe tener relación directa con el aumento de sueldos del periodo considerado.
De ser verdad que se pretende lo mejor para los jubilados como es posible que no se cumpla con la ley en la determinación del primer haber jubilatorio.
La Ley especifica que se tomará para su cálculo el promedio de ingresos AJUSTADOS de los últimos diez años para el cálculo del haber inicial.
Hasta hoy el ANSES tiene en cuenta el promedio de los últimos diez años sin el correspondiente ajuste lográndose de esta forma un monto muy inferior al que corresponde.
El jubilado es estoico, paciente, manso, tolerante, soporta cualquier cosa menos la burla y el menoscabo a su persona.
No hay miramientos para él y se nota.
Tal vez puedan desdeñar sus derechos, pero no mientan, no atenten contra su inteligencia y dignidad.
Ni yo ni nadie se lo banca.
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