La primavera ha llegado y con ella días como lo ilustra la fotografía.
Una postal de primavera:
Un día casi ideal, soleado, sin viento y templado. La gente sale a las plazas a disfrutar del día y del sol que nos fuera esquivo en casi todo el invierno.
Recorro con la vista esta imagen y veo el paisaje, me agrada, me da una sensación de sosiego, como de relajación.
Observo mas detenidamente el paisaje y descubro el verdor predominante y veo la gente. Casi en su mayoría jóvenes tendidos al sol compartiendo esas horas con amigos ó meros conocidos.
Después diviso el monumento del prócer y a la gente que lo rodea , y esto me hace pensar en el nexo que los une.
Un monumento es erigido para conmemorar algún acontecimiento grandioso ó para recordar a alguien que los haya realizado.
Dicho monumento está pensado para que perdure en el tiempo y este hecho que lo justifica perdure en la memoria colectiva de todas las generaciones posteriores que vayan transitando el generoso camino de la existencia de la humanidad.
¿Se estará cumpliendo esa premisa? ¿Se tiene conciencia de lo que representa ese monumento?
A juzgar por los hechos la gente, por diversos motivos, ha ido alejándose palatinamente a través del tiempo de lo que pregonaban y se empeñaban en cumplir los hacedores de la Patria.
Éstos encaminaban su accionar en procurar cosas como estas:
Consolidad la paz , afianzar la justicia, lograr la unión nacional, promover el bienestar general de todos ellos, sino también pensando en la posteridad que los sucederá.
Una herramienta fundamental era la educación del "soberano", es decir del pueblo, que se lograría con la escuela pública: libre y gratuita.
Doscientos años después de esa alborada, hemos visto perderse muchos de los logros conseguidos con el sudor, sangre y lágrimas de esos pionero de la república.
Hoy tenemos universidades y colegios tomados como consecuencia de la desidia de los gobernantes miopes que no supieron ó quisieron cumplir con aquel mandato. Tal vez porque consideraron que el "soberano "eran ellos y no el pueblo que debía representar.
Privaron los intereses personales, y sectarios ante los sagrados intereses de la Nación.
Lo mismo podemos decir de la justicia en la era moderna, porque si algo somos es modernos, se privilegia el respecto a las garantías constitucionales de los delincuentes, tanto de lo overol como los de guantes blancos, en desmedro de la población toda. Ésa que se esfuerza trabajando, estudiando, haciendo o deshaciendo todo por derecha; esa sociedad que suma: aporta ingenio, bríos, sacrificios, resignación y valentía.
¿Nos acercaremos a nuestros próceres nuevamente ó seguiremos alejándonos?
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