Buenos
Aires, 20 de marzo de 2021, 10:31h
Amaneció lluvioso
y con elevada humedad, algo fresco, por lo cual no pinta bien el día.
Nuevamente tratando de escribir mi primer cuento. Intento recabar datos de mis
recuerdos de lo vivido en mi juventud que me pudieran orientar en esta mi
primera obra literaria, que dicho sea de paso no creo que podré lograr.
Soy pesimista debido que desde hace mucho tiempo rondó por mi mente este deseo de escribir algo que no se bien que es ni cual es realmente mi necesidad de expresión. Todo es confusión, como en un remolino de ideas dispares, todo es una nebulosa que gira y gira y no me lleva a ninguna parte.
Me es difícil encontrar el “que” es decir sobre lo que voy a escribir, siempre
en la duda que me impide empezar, ¿por qué será? ¿Será que soy muy exigente y
esa exigencia me ata las manos y las ideas liberadoras no aparecen o se hallan
perdidas para siempre? Muchas preguntas sin respuestas todavía. Lo alentador es
que, me doy cuenta, estoy escribiendo esto, mostrando mis dudas, mis carencias
y sin quererlo estoy comenzando a hallar la solución a mi problema.
Afuera sigue
lloviendo, el gris de la tarde y su penumbra hace que se sienta bien estar en
casa a resguardo. Estará todo el día así, si los del pronóstico aciertan esta
vez.
Volviendo al tema, debo encontrar eso precisamente: el tema sobre el cual narraré mi historia, cuento o que se yo lo que saldrá. Ficción, realidad o tal vez una mezcla de ambas cosas, lo más probable.
Después el o los personajes con sus características y luego echar a andar el relato, ¿simple, no? Dicen los que saben que lo más difícil es dar el primer paso, que los que siguen vienen solos. Espero que sea así cuando dé el primero. Mientras tanto sigue lloviendo, no para y no se ve nadie por la calle.
Una soledad tremenda que amerita un quedarse en casa abrigadito escribiendo en la PC, exponiendo ideas tratando de encontrar la salida hacia la luz que ilumine la penumbra para hallar el camino de salida y la entrada al relato.
Luego de un alto en la escritura para ir a almorzar unas ricas supremas de pollo con ensalada de tomate y papa y unas ciruelas de postre continúo con mis divagaciones mientras afuera está amainando la lluvia y la claridad se ve desde la ventana.
Estaba en el primer paso: definir que escribir, me decido por intentar un cuento con algo de gracioso, algo profundo, algo para recordar y talvez una moraleja que deje una enseñanza. Parece algo muy pretencioso pero es mejor apuntar alto para luego en caso de no poder hacerlo bajar las pretensiones y lograr algo digno.
Algo gracioso que me pasó en la vida, algo gracioso que vi o simplemente algo que se me ocurra ahora es lo que tengo que trabajar.
Sólo es cuestión de
pensar, analizar y encontrarlo para poder describirlo de la mejor manera. Tiempo
al tiempo; piano piano si va lontano; no desesperar si no se me ocurre la
brillante idea, seguir en el intento.
Por hoy es
suficiente, la seguiré mañana. Mañana es cualquier día, a cualquier hora y en
cualquier lugar.
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