Socorro, se corto la luz

Es un raro día de primavera, el sol azota con fuerza a mi ventana, afuera la térmica llega a 35 grados, el aire está insoportable.
Gracias a mi esposa que mantiene cerradas las aberturas, las cortinas bajas y la ayuda del aire acondicionado el departamento tiene un clima agradable.

Son alrededor de las 13,30 plena siesta- para algunos-.
Estoy cómodamente sentado frente a la computadora, buscando alguna información en internet, cuando de pronto: zas!, se apagó el monitor y siento que se queda mudo equipo.

Los primeros segundos son como de sorpresa y algo de angustia.
Después reacciono y voy hacia el tablero de las llaves de luz que está atrás de la puerta de la cocina.
Verifico las llaves térmicas y éstas están normal lo que me indica que la falta de luz es que no llega la energía al departamento.
A partir de ahí pongo en práctica del manual de supervivencia del argentino ante los cortes de luz.
Desenchufo el aire acondicionado, televisor, la caldera del agua caliente y la heladera.
No será la primera vez que cuando repongan el suministro en vez de 220 te envíen 400 y se quemen todos los artefactos enchufados.

-Paranoia, no. Simple sentido común.
Sí ,ya se que cuando sucede la catástrofe, nosotros los usuarios tenemos el derecho de la reparación de los daños.
Pero sabes por todo lo que hay que pasar para poder llegar a que te consideren el reclamo.
Pérdida de tiempo, bronca por las veces que no te atienden los llamados telefónicos o en los casos que sí lo hacen no te dan respuesta.
A la pérdida de tiempo y la bronca acumulada suma los gastos que te origina dicha tramitación: llamadas telefónicas, viajes, fotos y certificaciones legalizadas de los daños materiales sufridos.
Si tienes suerte y llegas a cobrar ¿qué te resarcen?.
Es muy poco probable que con la suma recibidas puedas reponer en su totalidad los elementos siniestrados. Quizás puedas comprarte nuevos electrodomésticos pero con seguridad que no de la misma calidad de los que perdiste.
¿Y el daño moral?
¿Sabes todo lo que representan esas cosas inanimadas que pueden perderse en el siniestro?
Cada uno de esos elementos nos recuerdan el sacrificio que nos demandó poder comprarlo, en algunos casos ahorrando pesos tras pesos , en otros con la ayuda de un crédito a largo plazo, pero en todos con el mismo cariño .
Pienzo que aún sin saberlo nos únen lazos afectivos con esas cosas.
Luego de verificar haber desenchufados todos los artefactos empezó la etapa de la duda:¿ durará mucho el corte, serán sólo unos minutos?
La primera hora la pasé aparentando indiferencia.
Al entrar en la segunda hora mi estado de ánimo fue cambiando y la anciedad se apoderó de mí.
Llamé a la empresa proveedora del servicio y me contestaron amablemente que sabían del problema y que estaban trabajando para solucionarlo.
También me dieron la hora de la reposición del servico: las 18hs.
Faltaban algo así como 2horas y media.
Qué hacer mientras tanto?
Por suerte era de día y la luz del sol ayudaba a mantener los nervios calmados.

Me dí cuenta de que no valoramos -por considerar algo normal-tener luz eléctrica.
Que vamos a apreciarla si la tenemos con solo apretar una tecla.
Si siempre la tuvimos y siempre esta ahí.
Sí mecánicamente apretamos la perilla, o pulsamos el control remoto y encendemos el televisor.
Sí podemos usar la computadora y gracias a una conexión a internet tenemos el mundo al alcance de nuestras manos.
Qué facil es todo,¿ no?

Pero cuando se corta la luz todo ese mundo mágico desaparece y quedamos indefensos.
Me puse a leer un libro y trate de serenarme.
Al fin de cuentas era sólo un corte de luz.
-¿Cuando volvió la luz?
Cuando estábamos al borde de la desesperación a las 19,40hs.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por visitar mi blog
Y pasar parte de tu tiempo conmigo.

Un abrazo.

La Verdadera Felicidad

 Buenos Aires, Argentina, 20 de junio de 2021.  Hoy aquí se yuxtaponen dos fechas: La primera es el Día de La Bandera, Nuestra Bandera, esa ...