Soy el Abu y hoy quiero comunicarles un acontecimiento: Tiara cumple 2 años.
Feliz cumple pequeña, todo mi amor en este beso, "chuic", imaginario.
Tiara |
Un espacio de tiempo muy breve para la historia de la humanidad pero un largo camino recorrido por nosotros como familia.
Desde que nació se estableció un vínculo entre nosotros dos, yo un señor de la tercera edad y esa pequeña a quien la bautizamos Tiara.
Como será real ese vínculo que su primera palabra - antes de cumplir el año- fue Abu.
Cuando hablando por teléfono me la dijo sentí un impacto emocional que me descolocó y por un instante quedé mudo.
Lo que me puede es su sonrisa permanente, esos ojitos chispeantes y sus muestras de cariño como cuando estando sentado sobre la alfombra se arroja sobre mí, cruza su cuerpito, apoya sus manitos en el suelo y como una artista levanta sus piernitas como haciendo equilibrio.
O cuando estando juntos tiernamente me acaricia el pelo. Cuando me saluda sonriente con ese “Hola, Abu” se me caen las medias.
Es vivaz, inteligente (como sus otros dos hermanos) nos sigue la corriente en los juegos y hasta inventa los suyos. Me busca para que le haga el avioncito y copiando a Briana me toma de las manos y se lanza entre mis piernas en una suerte de trapecio pasando por el túnel de mi anatomía y arrastrando sus pies por el suelo.
Maneja la tablet como una grande, la enciende y apaga con mucha soltura. Sabe jugar y sus juegos preferidos son el" babau" un perrito y también un gatito al que llama de igual manera.
Maneja la tablet como una grande, la enciende y apaga con mucha soltura. Sabe jugar y sus juegos preferidos son el" babau" un perrito y también un gatito al que llama de igual manera.
También tiene su carácter, se altera si no le das lo que quiere, subiendo el tono de menor a mayor hasta el grito y luego el desconsolado llanto. Tan aparatosa es su actuación que por muchos minutos después sigue agitada.
Hace un tiempo cuando noté que entre los tres una rivalidad para obtener algún favoritismo mío.
Traté de explicarles cómo funcionaban mis sentimientos con respecto a cada uno de ellos y lo hice utilizando la figura del corazón agente imaginario de mi amor hacia ellos.
“Cuando nació Briana (la princesa) mi corazón era todo para ella” Al dibujo del corazón le puse el nombre de Briana.
Cuando nació Adriel (El big boy) dibujé otro corazón y lo dividí en dos partes: la izquierda se llama Briana y la derecha Adriel.
Al nacer Tiara (La princesa bebé) la cosa se puso difícil y con otro corazón traté de dividir en tres partes iguales Colocando en cada una sus nombres “
Después me di cuenta que la cosa no iba por ahí, que los sentimientos no se dividen y el corazón es un todo y comprendí que, rompiendo la regla física de la impenetrabilidad, los tres ocupan el mismo espacio, es decir todo mi corazón.
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